El fragmento que a continuación publico por primera vez, pertenece a mi libro inédito Escritos sobre la estupidez humana, en el Capítulo donde trato el tema de La Justicia. Espero que les diga algo respecto a los acontecimientos políticos y sociales (la censura de la película "Presunto Culpable" es una de ellas) que actualmente ocurren en México y en el mundo.
CAPÍTULO 7
Donde se habla de la justicia..."Cuando decimos que una persona es controvertida hay que ser cautos, sobre todo si nos referimos a quien ejerce algún cargo en la política. En ese aspecto es como quiero aproximarme aquí a tratar la figura de Poncio Pilatos.
Lo menos que podemos esperar dy pedir de un personaje que ejerce la política es la congruencia; esto es, que las cosas que se dice a sí mismo coincidan con las acciones que ejerce ante y para con los demás.
Una cualidad que esta congruencia debe tener siempre y en todo momento, es la justicia. ¿Y qué carajos entiendo yo por justicia?
La justicia es hija legítima de dos cosas, mejor dicho, de dos atributos: el sentido común y la razón; por esto, el ejercicio de la justicia no puede ni debe descansar en la esperanza ni en la debilidad o en la cohersión. Tampoco en la posibilidad.
¡Cuántos Pilatos han existido a lo largo de la historia! ¿Cuántos de ellos han pretendido lavarse las manos sin éxito?
Cada Pilatos me recuerda al personaje de Lady Macbeth, intentando lavarse las manos manchadas de una sangre "inexistente"; esa sangre que es más difícil de lavar porque los glóbulos rojos que la componen son morales. Si la mancha que pretende ocultarse, lavarse o borrarse es invisible a los ojos, su presencia, por lo mismo, es aún más permanente, precisamente porque es percibida por la conciencia.
En la bandeja no hay agua tampoco; si la hay, son las lágrimas de las víctimas.
La figura, el personaje o la presencia de Poncio Pilatos en la historia, fuera de su participación en el juicio contra Jesuscristo, resulta casi mediocre. En una ocasión --cito de memoria esperando no me falle-- se dice que le dijo a éste: ¿Acaso no sabes que yo tengo el poder de dejarte libre?". "Don't You know that I have the power to set you free?"
No se trata de acusar a Poncio Pilatos, no es mi intensión ni es mi propósito, pero, ateniéndonos a la lógica de sus palabras si de tal forma las dijo, el señor se culpa solito. Para todos aquellos a quienes gustan de hayar a un culpable no tienen ni siquiera que leer entre lineas este pasaje del Nuevo Testamento, basta con leerlo atentamente para saber a quién se debe la condena a muerte del nazareno.
(este fragmento se publica con permiso del autor).
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