Siempre amé la vida nocturna en la Ciudad de México (digo "amé", tiempo pasado, porque no sé si seguirá siendo la misma). Era fascinante, peligrosa también, pero envuelta siempre de misterio y aventura. Al menos, todavía, en el 2005, tuve oportunidad de degustar un poco de su extraordinaria capacidad para transformar un paisaje urbano en una novela o un poema.
La película de los Caifanes es una muestra excepcional de lo que digo; la escena de la Diana Cazadora es ya de antología, y, si pudiera contar de entre todos mis pecados que ni al padrecito se los cuento, acerca de mis locuras nocturnas, es la de manejar en sentido contrario en la Avenida Reforma. No sé si eso sea ya posible --ilegalmente y sin plantones-- con tanto tira (con sus estúpidas luces prendidas todo el tiempo como arbolitos de navidad) y taxis por todos lados; a finales de los ochentas todavía se podía hacer eso. No me vanaglorio de ello, simplemente lo recuerdo como una gran travesura de mis años de prepa e iniciación nocturna.
1 comentario:
Sabía de ella pero no me había picado la curiosidad o sencillamente la dejé para después y ahora gracias a este video me han dado ganas de verla.
La vida nocturna con sus variantes sigue, lo que no sé es si se pueda manejar en sentido contrario en Reforma, también lo hacían en el Periférico y lo que si te puedo asegurar es que los arrancones en Zacatepetl, actualmente Perisur, se acabaron pero como todo seguramente se trasladaron a otro lugar.
He visitado tu página y al parecer estás ocupado y avanzando con tus proyectos. Mis mejores deseos para los proyectos.
Saludos
(luego te enlazo, es que he estado algo ocupada pero ya me estoy regularizando)
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