La madre coraje y Felipillo

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Como integrante de la Junta de Texas (quienes no reconocemos al señor Felipe Calderón como presidente legítimo de los Estados Unidos Mexicanos, pero tampoco somos miembros de ningún partido político), me permito responderle al señor Calderón, quien ha llamado a la reconciliación y a la unidad de los mexicanos en los festejos patrióticos de este año, que no puede haber tal reconciliación ni unidad con el gobierno mexicano, debido a que, para que existan, lo primero que tendría que hacer ese patán y los señores (y señoras) que lo respaldan, es tener la decencia de renunciar oficialmente a su cargo.

¿Qué clase de ejemplo le daremos a las generaciones futuras si aceptamos y apoyamos la patraña y la mentira como emblema social? México es un país de valientes donde a los cobardes no debería permitírseles pisar su suelo.

Por otra parte, las diferencias y discrepancias que nos separan del PAN, no serían tan agravantes ni formarían un impedimento, en el caso de que la idea de país que ellos tienen pudiera reconciliarse con los ideales e ideas que nuestros ciudadanos se merecen y requieren en estos días.