miércoles, 30 de junio de 2010

¿Cómo ayudas a un corazón destrozado?

Hace unos días fue el cumpleaños de mi hermano Alberto, a quien quiero mucho y le debo mucho; entre otras cosas, mi pasión por la música y la poesía; tal vez también mi gusto por la guitarra y la natación se los deba a él.

Dos años mayor que yo, siendo niños, mi hermano me instruyó en dos cosas: me enseñó a utilizar el transporte público de la Ciudad de México y gracias a él aprendí a nadar. Lo primero me dio la posibilidad de viajar sin perderme y conocer el camino seguro de regreso a casa; lo segundo, la capacidad de sobrevivir en un elemento que adoro, el agua.

De espíritu rebelde y bohemio, cuando era más joven de lo que es ahora, fue un gran atleta y se convirtió en un hombre de noble corazón y con un sentido del humor envidiable; lo recuerdo siempre ---al igual que mi madre--- como un buen histrión en las reuniones de familia.

La canción de este video, recuerdo, le gustaba mucho.



Recuerdo esos días de mi juventud,
esos días que fueron el comienzo de mi vida,
cuando toda nuestra vida está aún por hacerse.
Nunca pensaba en el mañana y nadie me habló del dolor.

Pero, hey, dime:

¿Cómo ayudas a un corazón roto?
¿Cómo puedes detener la lluvia,
y evitar que el sol brille
o hacer que la Tierra deje de girar?

¿Cómo ayudas a este hombre roto?
¿Cómo haces que un perdedor se convierta en ganador?
Por favor, hoy te pido que me ayudes a enmendar mi roto corazón
y hacer que pueda vivir otra vez.

Aún puedo sentir la brisa de esos días de verano,
y esos recuerdos llegan hoy como la neblina.
En aquel entonces, no pensabamos nunca en el mañana
ni tampoco nadie nos habló de ninguna pena.

Hey, pero dime ahora:
¿Cómo ayudas a un corazón roto...?, etc.

Traducción de TC

1 comentario:

Alberlink dijo...

Gracias por el recuerdo mi querido hermano.
Estoy celebrando mis primeros 50 años y dejame decirte que es algo maravilloso. Yo también te quiero. Un abrazo y un beso.