Les voy a compartir aquí, de forma inédita, por primera vez, un poema/cuento que escribí hace algún tiempo. Dice así:
Un día, después de muchos años de instruir a sus alumnos,
por la tarde, el maestro los reunió a todos y les dijo:
"Es hora de que les comience a enseñar".
Y entonces el maestro calló y jamás volvió a pronunciar una palabra.
Hece unos días, cuando descubrí este video de Octavio Paz, filmado pocos meses antes de fallecer, me acordé de lo que escribí. Él sabía que el fin estaba pronto. El maestro sabía que su tiempo de callar había llegado. Ahora, para escucharlo de veras, nos toca a nosotros leerlo. Porque no me cansaré de decir que la aportación de este poeta a la cultura mexicana es invaluable. Estamos por descubrir aún muchas cosas que pensó y dijo de nosotros y del mundo.
Las obras de los grandes hombres se resumen muchas veces en sus últimas palabras. En sus últimos libros. Incluso en aquellos análisis o estudios que dejaron "inconclusos". Para los que no están familiarizados con la obra de Paz tal vez crean que en esta platica, el maestro divaga y pronuncia un discurso retórico como un canto de cisne. Nada de eso. Si recuerdan su libro sobre la situación política mexicana, Tiempo Nublado, comprenderán por qué, de manera al parecer incosciente y espontánea, hace referencia a las nubes. Las nubes casi siempre ocultan al sol, ocultan la luz, las nubes pueden ser una cortina o un muro, pero nunca son una puerta. No obstante, detrás de esas nubes, de ese tiempo nublado, siempre hay sol, dice, siempre hay un camino abierto a la vida, no a la muerte. Porque los valientes, como el filósofo Sócrates, no tienen miedo de morir por sus conciudadanos, pero tampoco hay que tener miedo a vivir por ellos.
"No se trata de perder la vida por nadie. Gánen la vida. Y la única manera de ganar la vida es con los mexicanos, con sus compatriotas, con sus amigos, con sus vecinos."
Octavio Paz
Un día, después de muchos años de instruir a sus alumnos,
por la tarde, el maestro los reunió a todos y les dijo:
"Es hora de que les comience a enseñar".
Y entonces el maestro calló y jamás volvió a pronunciar una palabra.
Hece unos días, cuando descubrí este video de Octavio Paz, filmado pocos meses antes de fallecer, me acordé de lo que escribí. Él sabía que el fin estaba pronto. El maestro sabía que su tiempo de callar había llegado. Ahora, para escucharlo de veras, nos toca a nosotros leerlo. Porque no me cansaré de decir que la aportación de este poeta a la cultura mexicana es invaluable. Estamos por descubrir aún muchas cosas que pensó y dijo de nosotros y del mundo.
Las obras de los grandes hombres se resumen muchas veces en sus últimas palabras. En sus últimos libros. Incluso en aquellos análisis o estudios que dejaron "inconclusos". Para los que no están familiarizados con la obra de Paz tal vez crean que en esta platica, el maestro divaga y pronuncia un discurso retórico como un canto de cisne. Nada de eso. Si recuerdan su libro sobre la situación política mexicana, Tiempo Nublado, comprenderán por qué, de manera al parecer incosciente y espontánea, hace referencia a las nubes. Las nubes casi siempre ocultan al sol, ocultan la luz, las nubes pueden ser una cortina o un muro, pero nunca son una puerta. No obstante, detrás de esas nubes, de ese tiempo nublado, siempre hay sol, dice, siempre hay un camino abierto a la vida, no a la muerte. Porque los valientes, como el filósofo Sócrates, no tienen miedo de morir por sus conciudadanos, pero tampoco hay que tener miedo a vivir por ellos.
"No se trata de perder la vida por nadie. Gánen la vida. Y la única manera de ganar la vida es con los mexicanos, con sus compatriotas, con sus amigos, con sus vecinos."
Octavio Paz
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