Cada año, en la escuela de mi hijo Ian, se realiza una fiesta a la que llaman The Elegant Party (La Fiesta de la Elegancia).
Son los mismos estudiantes quienes escogen a su pareja para esa
ocasión tan especial.
Unos días antes de llevarse a cabo ese evento, Ian --de siete años-- pidió a la maestra que quería cambiar de acompañante. Cuando le preguntaron por qué razón, dijo que la había descubierto, un infortunado día, llevarse el dedo a la nariz y luego a la boca. A los profesores les pareció una razón
suficiente para sustituirla como su pareja, dado de que se trata de una fiesta donde se enseña a los niños a tener buenas maneras de conducta tanto al caminar como en la mesa, etc.
La niña de la blusa negra que lo acompaña en la mesa en esta foto es la niña con mejores maneras que la primera.
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