miércoles, 23 de septiembre de 2009

La cruz de los amantes

J

Para mi hermano Alberto, él sabe por qué.

Supongo que tenía que pasar,

que sólo era cuestión de tiempo;

pero ahora tengo que tomar una decisión,

y es de esa clase de decisiones que duelen hacer.

Porque parece que tú quieres un mártir,

algo que un hombre común no puede hacer,

y yo no puedo colgarme una cruz de amor por ti.

Sí, creo que debo ser honesto y darte crédito,

porque realmente me aguantaste;

pero por cada vez que reímos,

el doble de veces me tocaba llorar.

Tú intentaste hacerme tu mártir

y esa es una clase de cosas que yo no sé hacer; y

mujer, no voy a colgarme una cruz de amor por ti.

Porque las mesas se hicieron para darles vuelta

y la gente tiene todo el derecho de cambiar;

los puentes se hicieron para incendiarse,

cuando las personas y las memorias que unen

dejan de ser las mismas.

Así que espero que puedas encontrar a alguien

que te aguante lo que yo ya no puedo;

él tendrá que ser un super tipazo

o quizás un super Dios.

Porque yo nunca fui esa clase de mártir

y no voy a empezar ha serlo a estas alturas.

Mujer, no puedo colgarme una cruz de amor por ti.

Y así como las mesas se hicieron para darles vuelta,

y la gente tiene el derecho de cambiar;

así los puentes se hicieron para quemarse

cuando las personas y las memorias que unen

ya no son las mismas.

Yo espero que puedas encontrar a alguien

que te aguante lo que yo ya no puedo;

él tendrá que ser un super tipazo

o quizás un super Dios.

Porque yo no tuve la pinta de mártir antes

y no voy a cambiar a estas alturas...(etc)

l

Traducción de TC

2 comentarios:

albalpha dijo...

Ser mártir por mucho tiempo cansa, es la mejor manera de deshacerse de alguien.

Un abrazo para Alberto.

Unknown dijo...

así es Alba.