miércoles, 20 de junio de 2012


“No matarás”

En el año nuevo de 1781, algunas de las tropas revolucionarias que lucharon contra los ingleses, descontentas por el giro que había tomado la lucha de Independencia de Estados Unidos, se amotinaron en el estado de Pensilvania. Hirieron a varios y mataron a uno de sus capitanes, luego marcharon con un cañón hacia las puertas del congreso en Filadelfia.

George Washington, comandante del ejército, hizo la paz con los rebeldes.

Al poco tiempo de esto, cuando más soldados se amotinaron en Nueva Jersey, el presidente Washington reaccionó de una manera por demás contradictoria. Ordenó que dos de los cabecillas que comenzaron la revuelta fueran fusilados ¡por sus propios compañeros! Se cuenta de las lágrimas que caían sobre los rifles con olor a pólvora. “Eso les servirá de escarmiento”, dijo uno de los padres de la patria estadounidenses.


"General George Washington at Trenton,"  by John Trumbull. 

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